- El despempeño del automóvil en diferentes circunstancias: la inclinación y velocidad de las llantas en las curvas, el andar del coche bajo condiciones climáticas extremas y el funcionamiento de la palanca de cambios.
- El nivel de todos los fluidos del coche: líquidos de frenos, dirección, anticongelante, gasolina, aceite, agua para el radiador y los limpiadores y líquido de la batería.
- El desgaste de piezas de partes tan importantes como los frenos.
- El manejo. Estos coches, de hecho, cuentan con una computadora que te permite fijar la velocidad durante viajes largos de carretera. Y aunque te parezca de ciencia ficción, en la ciudad de Los Ángeles ya existe un carril de alta velocidad para automóviles conectados a Internet, gracias al cual el coche se maneja solo mediante un complejo de sensores, mapas digitalizados y sofisticados implementos tecnológicos de seguimiento de la posición del coche mediante satélites, lo cual le permite al conductor dormir o trabajar mientras es transportado.
Por fin llegas. Pero, ¿qué es el banco para la informática? En un sentido estrictamente técnico, los bancos son una serie de bases de datos de las que los cajeros automáticos y los empleados bancarios agregan y descuentan información sobre nuestras finanzas, gracias a una poderosa red electrónica de enlace. Si haces un depósito a tu cuenta, la base de datos suma esa cantidad a tu registro, y si la retiras opera una resta; y lo mismo sucede con los otros usuarios en las demás sucursales; al final del día se hace un corte en todas las cajas para verificar que el dinero en efectivo y los valores en documentos concuerde con lo que reporta la base de datos. Algo parecido sucede ante el gobierno, con nuestros impuestos, el registro del coche o los cargos que debemos pagar por el consumo del agua o por la tenencia de la casa; todas son bases de datos operadas por empleados gubernamentales; a nuestro registro se cargan las deudas y a él se abonan los pagos que hacemos.